Portón
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Los portones del inframundo son manifestaciones vívidas de los pecados acumulados por los humanos a lo largo de su vida. Cada portón se alza imponente, exhibiendo los errores y transgresiones del individuo ante sus ojos. Para expiar estos pecados y avanzar en las profundidades del inframundo, es necesario llenar el portón con esquirlas de sangre, elevando así su nivel y desbloqueando el acceso a niveles más oscuros y profundos del reino.
La rareza de los portones determina determina directamente su potencial estratégico gracias al sistema de ranuras de amuletos.
Cada portón cuenta con cuatro ranuras en total para equipar amuletos —objetos que modifican tu suerte en el Abismo—, pero la cantidad de ranuras desbloqueadas al inicio depende de su rareza.
Común
1
+3
Poco común
2
+2
Raro
3
+1
Legendario
4
0
Las ranuras adicionales pueden desbloquearse mediante progresión in-game. Esto permite que incluso un portón común, con suficiente dedicación, pueda alcanzar un alto potencial.
El portón es el el eje central de la progresión del jugador. Cada portón puede evolucionar a través de los Rangos de Fortalezas y niveles.
El sistema está compuesto por cuatro rangos de Fortaleza: Fortaleza I, II, III y IV.
Cada uno de estos rangos contiene 10 niveles de progresión interna:
Nivel 5: Desbloquea habilidades secundarias, ofreciendo nuevas herramientas estratégicas para el jugador.
Nivel 10: Marca un punto crucial en la evolución del Morador, desbloqueando:
Una habilidad primaria, vinculada a su estilo de combate y armas.
Un nuevo Pecado, es decir, una habilidad especial que modifica mecánicas clave del juego.
Una ranura de reliquia, ampliando el potencial táctico del portón.
Y finalmente, el acceso al siguiente Rango de Fortaleza.
Al ascender de un rango al siguiente, el nivel se reinicia, comenzando desde el nivel 1 en la nueva Fortaleza. Esta estructura de progresión aporta profundidad y rejugabilidad, al mismo tiempo que ofrece una sensación constante de avance y recompensa.
El Rango de Fortaleza no solo mide el poder del Morador, sino que determina el acceso a los distintos niveles del Abismo Infernal. A medida que el jugador desciende, se encontrará con jefes imponentes que representan puntos de control narrativos, mecánicos y simbólicos.
Tras cada jefe —ubicado cada cinco niveles—, el Abismo exige un Rango de Fortaleza mínimo para permitir el descenso. Esta barrera no es solo un requisito técnico, sino una manifestación del propio inframundo, que evalúa el sacrificio, la destreza y la evolución del jugador.
El acceso queda estructurado de la siguiente manera:
Niveles 1 - 5
Fortaleza I
Niveles 6 - 10
Fortaleza II
Niveles 11 - 15
Fortaleza III
Niveles 16 - 20
Fortaleza IV
Esta estructura establece un ritmo claro de progresión, obligando al jugador a mejorar su portón, perfeccionar sus habilidades y prepararse mental y estratégicamente para los desafíos cada vez más brutales que aguardan en las profundidades.
Solo aquellos que han ganado su lugar con sangre y esfuerzo serán dignos de llegar al final del abismo.
El portón es un NFT único vinculado a cada jugador, y representa su progresión, poder y dedicación dentro del inframundo. Podría compararse con las “Lands” de otros juegos NFT, pero con una diferencia crucial: aquí no importa el azar ni la ubicación, sino el tiempo y el esfuerzo invertidos.
A medida que los jugadores exploran el abismo, deben sacrificar esquirlas de sangre —el recurso más valioso del juego— para elevar su portón de nivel. Este crecimiento no solo desbloquea nuevas habilidades y eventos exclusivos, sino que aumenta el valor del propio NFT, convirtiéndolo en un activo codiciado dentro del ecosistema del juego.
Veámoslo con un ejemplo práctico:
Coste Portón (Pre-venta)
45$
45$
Tiempo de juego
50 horas
250 horas
Nivel del Portón
Nivel 25
Nivel 60
Precio de venta (1 mes después)
75$
125$
Si un Jugador C no logró acceder a la preventa y desea competir rápidamente, puede adquirir un portón de otro jugador. Así, quien ha dedicado horas, habilidad y estrategia no solo progresa en el juego, sino que también aumenta el valor de su inversión inicial.
El sistema de transfusión permite a los jugadores transferir niveles de portón entre sí, formalizando un acuerdo directo.
Sin embargo, toda transfusión conlleva un sacrificio: se pierde el 20 % de las esquirlas de sangre transferidas. Este coste no es anecdótico; busca evitar el abuso del sistema y preservar el valor del tiempo real invertido en el juego.
Así, cada jugador debe preguntarse:
¿Realmente vale la pena comprar progreso o es mejor ganárselo en el abismo?